lunes, 3 de enero de 2011

Primero que nada, aclaro, no es por petición ni nada por el estilo.

Dramática. ¡No soy dramática! jajajajajaja o tal vez sí.

Pero si de algo tengo seguridad es de que soy mucho mas feliz desde que te conocí.

Fueron 3 años de incomodidad. 3 años en los que era "feliz". 3 años en los que me conforme con veranos, diciembres y puentes.

Y llegó el clímax de la historia, dolor, confusión y por consecuente, el final.
Sé muy bien que no te gusta nada de eso, pero es parte de mi pasado, parte de mi vida, y por tanto, es parte de lo que soy ahora.

Y al otro extremo, tú. Esperando por mí.

Recuerdo que la primera vez que te vi, me encantó tu sonrisa. Tan fresca, tan sencilla.
Y de mis planes: -“ese chico será mi amigo”. Y tope de nuevo contigo en las inscripciones, jaja y casi en el mismo salón!, pero el destino no nos quería cerca, no aun.

Cada quien por su lado, tú, el gigoló del salón, yo, la madre adolescente.
Y gracias a mi falta de material que pude acercarme a ti, y gracias a la chica que te estabas ligando por presentarnos, jaja, que loco.

Una salida, una mañana llena de risas, de cruzar miradas, y unas fotos. Fotos las cuales nunca te he dicho, pero pase todo mi día viendo tu carita de niño, me pude perder en tu rostro.
Y después, ¿qué paso? Ah si […] Creo que “creamos” esa ida a comer, jaja, tu maña para no dejar que nos acompañaran los demás. Lo tenías todo calculado.

Platicamos, y oh por Dios… ¡como me hiciste esperar! Estaba deseando tanto que te acercaras a mi, era imposible sentir tu respiración tan cerca de mí y que tú no hicieras nada. ¡Me estabas volviendo loca!
El roce de tus labios, imaginándome tus besos.

Por fin paso. Conocí tu sabor. Y sin pensarlo me enamore.
No entrare en detalles de lo que paso después, pero recuerdo el miedo que sentí cuando me dijiste “Te amo”. Era demasiado pronto para eso, pero ahí estaba, ya lo habías soltado y lo acepte.
Tu manera de tocarme, de hablarme, me hacías sentir cual princesa.

No recuerdo exactamente como paso, pues no gozo de buena memoria (desgraciadamente), pero he llegado a estar tan loca por ti.
Se que no soy buena novia, se que te he alejado de cosas que tu querías mucho, se que te he hecho cambiar y demás, se que a veces soy tan insoportable que quisieras meterme en una cajita y arrojarme lejos.
Lo siento.
Hemos pasado por muchas cosas juntos, y este año que paso fue difícil. Tuvimos nuestra primer separación, pero no me arrepiento, porque aunque fue poco el tiempo, me sirvió para valorarte, para saber que en realidad quiero estar contigo, para enfrentar mis errores y tratar de solucionarlos de una vez por todas. Estoy cambiando, lo estoy haciendo por ti, por nosotros.
Quiero que a partir de ahora, cuando hables de mi sean solo cosas buenas, quiero que te sientas orgulloso de tener una chica como yo a tu lado, quiero que sonrías solo al pensar en mi nombre, quiero que me ames plenamente, no quiero hacerte sufrir.

Porque tú me llenas de tantas maneras, que lo menos que puedo hacer por ti es aprender a controlar esas malas emociones que solía tener, y que créeme, estoy dejando que se alejen de una buena vez.

Te amo, y espero hacerlo por toda mi vida. Aunque se que es mucho pedir, yo lo hago.

Gracias. Para tí, Andrés.


No hay comentarios:

Publicar un comentario